La belleza de una mujer no está en la moda superficial. La verdadera belleza de una mujer se refleja en su alma. En la bondad con la que da amor, y en la pasión que demuestra.

Audrey Hepburn

Audrey Hepburn

Profesión: Actriz
Nacionalidad: Británico

Sugerencias para ti :

Escuché una vez esta definición: la felicidad es salud y memoria corta. Me gustaría haberla inventado, porque es muy cierto.

No me interesa lo que se escriba sobre mí siempre y cuando no sea verdad.

Escoge el día. -Disfrútalo a fondo. El día como llega. La gente como venga. El pasado, yo creo, me ha ayudado a apreciar el presente - y no quiero echar a perder nada de eso por la preocupación sobre el futuro.

El cuidado de niños no tiene nada que ver con la política. Pienso que quizás con el tiempo, en vez de una politización de ayuda humanitaria, habrá una humanización de la política.

Se puede saber más de una persona por lo que dice de los demás que por lo que los demás dicen de ella.

Recuerda , si necesitas una mano amiga , la encontrarás en el extremo de cada uno de tus brazos . Con el tiempo y la madurez , descubrirás que tienes dos manos : una para ayudarte a ti misma y la otra para ayudar a los demás.

Todo lo que aprendí, lo aprendí de las películas.

Mi vida no es teorías y fórmulas. Es instinto y sentido común.

Seamos realistas, un rico pastel de chocolate cremoso hace mucho por un montón de gente; lo hace para mí.

La belleza de una mujer debe verse en sus ojos, porque esa es la puerta de su corazón, el lugar donde reside el amor.

Para tener hermosos ojos, mira por el bien de los demás. Para tener hermosos labios, pronuncia solo palabras de bondad. Y para el equilibrio, camina con la certeza de que nunca estás sola.

A medida que crezcas, descubrirás que tienes dos manos; una para ayudarte a ti mismo y otra para ayudar a los demás.

París siempre es una buena idea.

Si mi mundo fuera a ceder mañana, miraría hacia atrás a todos los placeres, emociones y lo valioso que he tenido la suerte de haber tenido. No hacia la tristeza, no hacia mis errores o a mi padre al salir de casa, sino a la alegría de todo lo demás. Habrá sido suficiente.