No es que haya pensamientos peligrosos. Es que el mismo pensar ya de por sí es un peligro.

Sugerencias para ti :

El fin último de los actos humanos es la eudaimonia, la felicidad en el sentido de vivir bien, que todos los hombres desean; todos los actos no son más que diferentes medios elegidos para llegar a ella.

Los revolucionarios no hacen revoluciones. Los revolucionarios son aquellos que saben cuando el poder está sobre la acera y ahí ellos lo pueden recoger.

Las promesas son la forma exclusivamente humana de ordenar el futuro, hacer que sea predecible y confiable hasta el punto que sea humanamente posible.

El perdón es la clave de la acción y la libertad.

La triste verdad es que la mayoría de la maldad se realiza por personas que nunca se deciden si ser buenos o malos.

El derecho a tener derechos o el derecho de cada individuo a pertenecer a la humanidad debería ser garantizado por la misma humanidad.

La muerte no simplemente acaba con la vida, también impone sobre ella una integridad silenciosa, arrancada de los flujos peligrosos a los que todas las cosas humanas están sujetas.