Así que les digo, pidan y se les dará, busquen y encontrarán; toquen la puerta y esta se les abrirá.
Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.
El que no está conmigo está en contra mía.
Traten a los demás como les gustaría que los demás los trataran a ustedes.
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, más tenga vida eterna.
Porque viendo no ven, y oyendo no oyen, ni entienden.
Amaos los unos a los otros. En esto conocerán que sois mis discípulos.
Muchos son los llamados y pocos los escogidos.
Nos hartamos de andar por sendas de iniquidad y perdición, atravesamos desiertos intransitables.
Y, he aquí, vengo pronto; y mi galardón está Conmigo, para dar a cada hombre según sus obras. Yo soy el Alfa y el Omega, el principio y el fin, el primero y el último.
Da a todo aquel que te pide; y a aquellos que te quitan tus mercancías no las pidas otra vez. Y como quiera que los hombres harían eso a tí, así hazlo a ellos.
Soy él quien vive y estaba muerto y miren, estoy vivo para siempre. Amén. Y tengo las llaves del Hades y de la Muerte.
La verdad os hará libres.
No se puede servir a dos señores.