Ni una persona de cada cien sabe callarse y escuchar, ni siquiera lo que eso significa. Y sin embargo es entonces cuando se distingue, más allá del estrépito absurdo, el silencio de que está formado el universo.

Sugerencias para ti :

He cambiado tantas veces de refugio, a lo largo de mi desconcierto, que me sorprendo confundiendo antros y escombros.

Hay que rendirse a la evidencia, no soy yo el muerto, sino todos los demás.

Nuestro tiempo es tan excitante que a las personas sólo puede chocarnos el aburrimiento.

Ruinas refugio cierto por fin hacia el cual de tan lejos tras tanta falsedad. Lejanos sin fin tierra cielo confundidos sin un ruido nada móvil. Rostro gris azul claro cuerpo pequeño corazón latiendo solo en pie.

A fuerza de llamar a esto mi vida terminaré por creérmelo.

Cuando más dificultades encuentro, mayor empeño pongo en las cosas.

Dios mío, qué poco de acuerdo consigo mismo está el hombre. Yo que me vanagloriaba de ser ponderado, frío como el cristal y limpio de toda falsa profundidad.

Has intentado alguna vez. Has fallado. No importa. Vuelve a intentarlo. Falla otra vez. Falla mejor.

¿Qué sé del destino del hombre? Podría contarte más sobre los rábanos.

Lo que hay que evitar, no sé por qué, es el espíritu de sistema.

¿Qué sé yo sobre el destino del hombre? Te podría decir más sobre los rábanos.

El hábito es una gran sordina.

Digo esta noche, como si se tratara siempre de la misma noche, pero ¿hay dos noches?

Fracasa otra vez. Fracasa mejor.