El que no está conmigo está en contra mía.
El que esté libre de pecado, que tire la primera piedra.
Da a todo aquel que te pide; y a aquellos que te quitan tus mercancías no las pidas otra vez. Y como quiera que los hombres harían eso a tí, así hazlo a ellos.
Soy él quien vive y estaba muerto y miren, estoy vivo para siempre. Amén. Y tengo las llaves del Hades y de la Muerte.
Muchos son los llamados y pocos los escogidos.
Traten a los demás como les gustaría que los demás los trataran a ustedes.
Porque viendo no ven, y oyendo no oyen, ni entienden.
Y que sepas que estoy contigo siempre; sí, hasta el final de los tiempos.
No permitas que tu corazón se turbe. Confía en Dios; confía también en mí.
El mal no es lo que entra en la boca del hombre, sino lo que sale de ella.
No se puede servir a dos señores.
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, más tenga vida eterna.
Por sus frutos los conoceréis.
Amaos los unos a los otros. En esto conocerán que sois mis discípulos.