La paciencia es un árbol de raíz amarga pero de frutos muy dulces.
El día que tú naciste todos reían y tú llorabas; procura que cuando te mueras todos lloren y tú rías.
La mitad de la alegría reside en hablar de ella.
Cuando la fortuna se vuelve contra ti, incluso la gelatina rompe tus dientes.
Recuerda que el día en que naciste todos reían y tu llorabas; vive de tal manera que cuando mueras, todos lloren y tu rías.
La puerta de Dios siempre está de par en par.
La arena del desierto es para el viajero fatigado lo mismo que la conversación incesante para el amante del silencio.
Las hormigas reunidas pueden vencer al león.
Mira a quien está sobre ti como a tu padre, y a quien está debajo como a tu hijo.